4 de cada 10 marcas han publicado anuncios en sitios web inseguros
Un estudio realizado por Sizmek en Estados Unidos y Europa, llegó a la conclusión de que el 64% de los equipos de marketing tienen problemas para implementar estrategias de seguridad de marca efectivas. Esto quiere decir que 4 de cada 10 anunciantes, han aparecido en sitios web dañinos para la marca o inseguros.
Ejemplo de lo perjudicial que puede llegar a ser esta falta de control cuando se paga por anuncios en sitios web (también conocido como ADS, SEM…), es lo sucedido con Mars, que decidió retirar su publicidad de YouTube luego de que se mostrara un anuncio de sus masticables Starburst, previo a que se reprodujera un controvertido vídeo que incitaba a la violencia. Y no han sido solo ellos, marcas como M&S, HSBC, McDonald ‘s, L’Oréal y Audi también retiraron el gasto de YouTube en respuesta a los temores de seguridad de la marca.
El último escándalo que se ha puesto al descubierto este año (2021), tiene que ver con que anuncios de marcas como Disney+, Facebook, Land Rover, entre otras, precedían videos de crueldad animal. Inaceptable.
Mencionamos estos casos que suscitaron en YouTube porque son los que más resonancia tuvieron. Pero situaciones similares han tenido que atravesar los anunciantes en plataformas como Google y otros buscadores e incluso en redes sociales. Es claro que todas estas plataformas en las que se puede realizar pauta online trabajan de manera constante para mejorar sus políticas y controles para los anunciantes, pero parece que aún ninguno de ellos garantiza seguridad absoluta.
Así que, en definitiva, la falta de control sobre el contexto en el que se muestra el anuncio al consumidor es la gran desventaja de hacer publicidad programática, lo que puede ocasionar un daño enorme a la marca anunciante y, quizás, hasta irreparable.
Entonces, ¿cuál es la alternativa a implementar? ¿Hay alguna manera de tener presencia en internet sin correr riesgos como los descritos?
- En primer lugar, consideramos que a los riesgos hay que correrlos. Sí, es real, como anunciantes no tenemos control sobre los sitios web en los que muestran nuestra marca, pero, en general, suele salir bastante bien. Y si resulta que la marca aparece en un espacio que no tiene que ver con el mensaje que queremos dar o precede a un video que nada tiene que ver con los valores de la marca, habrá que tener cintura para hacer un buen control de crisis y controlar el daño.
- Por otro lado, hemos comprobado (como muchos), que en la actualidad el influencer marketing es la respuesta a las plegarias de los especialistas en marketing. Hacer campañas con influencers es magia… ¡y es real! Porque: como especialistas podemos ver el detrás de escena, controlar todo lo que pasa en el escenario y cuando termina el acto, podemos medir cuánto sonrieron y se sorprendieron las personas que veían el espectáculo. ¿No es genial?
Influencer Marketing: la alternativa segura
Como expertos en influencer marketing, podemos garantizarte que una campaña de influencers se tiene muchísimo control sobre lo que sucede en la activación. Esto es así porque, dicho de manera sencilla, podemos escoger a los influencers adecuados para que entreguen el mensaje que se quiere dar.
Por ejemplo, en nuestro caso, el equipo Kuvut escoge a los influencers según una serie de ítems que nos permiten conocer, entre otras cosas, el target en el que impactan, cómo y cuánto interactúa este a partir de su red social, etc. Luego formamos a los influencers respecto del producto/marca y los convertimos en brand lovers para que puedan comunicar lo que, y tal como se espera, para alcanzar los objetivos deseados. 
Con el marketing de influencers la interacción entre público-marca se da de manera natural, y el influencer es capaz de dar a conocer con detalles cada característica del producto, de maneras muy creativas, sin aburrir, sin invadir y “sin vender”. Los tres SIN que deberían estar presente en toda acción de marketing para que, entre otras cosas, el consumidor se sienta seducido sutilmente por la acción y atraído hacia la compra.
En la actualidad, tal como lo hemos mencionado, el influencer marketing se presenta como la mejor forma de llegar a los consumidores, de generar confianza y de impactar cómo, cuándo y dónde la marca lo desea y necesita, entregando exactamente el mensaje que se quiere ofrecer.
ROI inmejorable
Según una encuesta realizada por la agencia de marketing estadounidense Mediakix, el 89% de las marcas encuestadas respondieron que el influencer marketing había sido la mejor alternativa que habían probado. 
No es de extrañarse, ya que además indicaron que por cada 1 USD invertido en publicidad de YouTube, ellos ganaban 2 USD; mientras que por otro lado el influencer marketing generaba ganancias de hasta 11.69 USD por cada 1 USD invertido.
¿Cristiano Ronaldo o la Tía Marta con 10K seguidores?
La opinión de personajes influyentes como Cristiano Ronaldo o Leonel Messi en las redes sobre algún producto, de seguro tendrá mucho peso en sus aficionados. Aunque claro está, que ya estaríamos hablando de Influencers All-Stars.
Afortunadamente, hay disponibles influencers de distintas categorías, según el número de seguidores que tengan en sus RRSS, como por ejemplo la Tia Marta que tiene 10K fieles seguidores que ven cada día su perfil, atentos a qué receta ha subido el día de hoy. En este punto es importante destacar que más seguidores no siempre se traducen en mayor impacto. Si bien un influencer con una enorme cantidad de seguidores puede ofrecerte visibilidad y alcance, en general se les dificulta mucho generar interacción entre los usuarios, fidelizar la confianza respecto de tu producto, en cambio, hemos podido comprobar que los influencers con un número más modesto de seguidores producen el efecto contrario: mayor engagement, más interacciones, son perfectos para formar al público objetivo sobre el producto y producen un alto nivel de conversión.
Al final, para implementar tu campaña de influencers marketing ideal, tendrás que saber exactamente qué quieres para tu marca, y con base en ello, crear la estrategia más óptima.
